El marxismo-chandalismo pierde a su referente

 

fidel

Como decía Carlos Esteban en su blog, lo peor que le puede pasar a un revolucionario izquierdista es llegar finalmente al poder… y gobernar durante décadas. La épica de los barbudos se transmuta en rutina burocrática (con algunos intermezzos trágicos de «lucha antiimperialista», para no aburrir) y el uniforme verde olivo en un chándal Adidas. La entropía devora todo y todo lo sólido se desvanece en el aire.

Lo cierto es que el tratamiento de la figura del fallecido dictador Fidel Castro ha sido muy amable en la mayor parte de los medios mainstream, lo que es de esperar en un entorno de marxismo cultural. Aunque el izquierdista está convencido de que vivimos en una «hegemonía capitalista-fascista», lo cierto es que hay muchos guiños del mismo sistema a extrema izquierda y total rechazo, en cambio, a todo lo que suene a derecha clásica (la que se lía por la defensa de las fronteras es un buen ejemplo). Ya dijo el Comandante en una ocasión que sin la ayuda del New York Times la revolución cubana jamás habría triunfado.

15242003_206463629808608_8451301053192008780_n

El idolatrado show man y primer ministro de Canadá Justin Trudeau y Juncker, presidente de la Comisión Europa, se han mostrado muy comprensivos y empáticos con el régimen cubano. No en vano, por sus elogios al Comandante, en Internet ha surgido una divertida teoría que supondría que el mandatario canadiense, último hombre nietzscheano, es el hijo bastardo de Fidel Castro.

Dejando la broma, lo cierto es que ha muerto uno de los referentes de lo que en estos lares hemos llamado marxismo-chandalismo: la última versión cutre y desteñida del marxismo soviético en el Caribe. Tras la caída del bloque comunista, el socialismo murió, pero muchos no dieron por enterados. El marxismo-chandalismo ha comenzado su desintegración y es el último coletazo de esa primera religión global secular llamada comunismo.

Fidelcastro

Cualquiera que busque la verdad sobre este tema acabará descubriendo que Cuba estaría mejor hoy en día sin revolución. Ya en la era precastrista Cuba era un país avanzado en la región y no el Mordor «feudal» que pinta la propaganda commie. Los datos son largos y exhaustivos, así que es recomendable echar un vistazo esta serie de artículos. Más allá del romanticismo guerrillerista que compramos en Occidente, como describió alguien en Twitter, Castro convirtió un país alegre y caribeño relativamente rico en su época en una cárcel infernal donde la gente escapa en balsas por un mar poblado de tiburones.

datoscuba15181494_207690606352577_2967481488405386941_n

El marxismo-chandalismo pierde a su referente

Deja un comentario